Microsoft (NASDAQ:MSFT) enfrenta una demanda en Australia por parte del organismo regulador de consumidores, que acusa a la compañía de engañar a millones de usuarios al dificultarles evitar el pago por su nuevo complemento de inteligencia artificial.
La Australian Competition and Consumer Commission (ACCC) presentó una demanda ante la Corte Federal este lunes, alegando que Microsoft no informó de manera clara a aproximadamente 2.7 millones de suscriptores de Microsoft 365 sobre cómo rechazar el pago adicional por las herramientas Copilot al momento de renovar sus planes.
Según la ACCC, durante el último año Microsoft notificó a los clientes que el precio de sus suscripciones aumentaría para incluir Copilot. Aunque en sus mensajes mencionaba la opción de cancelar la suscripción, el regulador sostiene que la empresa solo revelaba otra alternativa —rechazar Copilot para evitar el costo adicional y conservar el plan existente— después de que los usuarios ya habían iniciado el proceso de cancelación.
El organismo argumenta que esta falta de transparencia viola la ley australiana de protección al consumidor. La ACCC busca multas y reembolsos para los clientes afectados, señalando que las empresas pueden enfrentar sanciones de hasta 50 millones de dólares australianos (unos 32.6 millones de dólares estadounidenses) por cada infracción.
“Microsoft deliberadamente omitió hacer referencia a los planes clásicos en sus comunicaciones y ocultó su existencia hasta después de que los suscriptores iniciaran el proceso de cancelación, con el fin de aumentar el número de consumidores en planes más caros integrados con Copilot”, dijo la presidenta de la ACCC, Gina Cass-Gottlieb.
Agregó que muchos usuarios no habrían iniciado la cancelación porque las aplicaciones de Microsoft Office incluidas en 365 son esenciales para hogares y negocios.
La ACCC señaló que el costo anual del plan Microsoft 365 Personal aumentó un 45%, hasta 159 dólares australianos, tras la incorporación de Copilot, mientras que el plan familiar subió un 29%, a 179 dólares australianos.
En respuesta, Microsoft declaró que está revisando las acusaciones y enfatizó: “La confianza del consumidor y la transparencia son prioridades fundamentales para Microsoft. Seguimos comprometidos a trabajar de manera constructiva con el regulador y a garantizar que nuestras prácticas cumplan con todos los estándares legales y éticos”.









