El petróleo crudo probablemente no recuperará un impulso significativo el próximo año, según Bank of America Global Research, que espera que las presiones persistentes del mercado mantengan los precios contenidos durante todo 2026.
El Brent, el referente global, ya ha caído casi 20% en 2025, promediando alrededor de $69 por barril, mientras el impacto combinado del conflicto comercial de EE.UU. y la continua guerra de precios de la OPEP+ ha pesado fuertemente sobre el mercado.
En un informe del 23 de noviembre, los analistas de Bank of America señalaron:
“El límite superior del rango fue de $82/bbl, primero debido a las sanciones de EE.UU. a Rusia en enero y luego cuando EE.UU. atacó a Irán en junio. El límite inferior del rango fue de $60/bbl en mayo, justo antes de que EE.UU. y China acordaran desescalar las medidas comerciales.”
De cara al futuro, el banco proyecta que la demanda global de petróleo aumente aproximadamente 1 millón de barriles por día (b/d) en 2026. Sin embargo, con productores fuera de la OPEP+ sumando cerca de 0.8 millones de b/d de oferta adicional y con la OPEP+ probablemente manteniendo su agresiva estrategia de participación de mercado, BofA anticipa un superávit de alrededor de 2 millones de b/d. Bajo estas condiciones, el banco espera que el Brent promedie $60/bbl y el WTI $57/bbl el próximo año.
A las 04:40 ET (09:40 GMT), los futuros del Brent para enero caían 0.8% a $61.47, mientras que los futuros del WTI bajaban 0.4% a $57.60.
Aun así, BofA advirtió que las previsiones de oferta son vulnerables a sorpresas geopolíticas. La producción de Venezuela e Irán sigue muy por debajo de los niveles de inicios de 2021 —en alrededor de 2.2 millones de b/d— y la producción rusa también podría quedar por debajo.
Con un crecimiento proyectado del PIB global de 3.3% en 2026, el banco prevé que el consumo de petróleo se mantenga relativamente resistente.
BofA añadió que varias dinámicas podrían impedir que el Brent caiga mucho más allá de la línea de $50, incluso en un escenario bajista. La nota señaló:
“Primero, no es del interés de la OPEP+ llevar los precios mucho más abajo debido al aumento en sus necesidades de financiamiento. Segundo, la producción de shale en EE.UU. está lista para estancarse a $60/bbl Brent y podría contraerse de manera considerable si los precios bajan otros $10/bbl. Tercero, aún hay amplia capacidad de almacenamiento y China debería continuar aumentando sus inventarios estratégicos de crudo hasta 2026.”
El banco identificó un crecimiento económico más débil y la continuación de la guerra de precios de la OPEP+ como los principales riesgos a la baja para el crudo el próximo año. Por otro lado, focos geopolíticos podrían apoyar los precios —aunque un avance significativo en los esfuerzos de paz en Ucrania podría empujar a los mercados energéticos a la baja en general.

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