La demanda global de petróleo y gas seguirá aumentando hasta 2050, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), en un cambio drástico respecto a sus proyecciones anteriores que apuntaban a una rápida transición hacia energías limpias. El nuevo informe advierte que el mundo no está en camino de cumplir con sus objetivos climáticos actuales.
La AIE, asesora clave de los países industrializados en política energética, ha enfrentado distintas presiones políticas de los Estados Unidos. Durante el mandato de Donald Trump, se le pidió priorizar la expansión de los combustibles fósiles, mientras que la administración de Joe Biden promovió un enfoque más ecológico. En ese contexto, la AIE había afirmado que “la demanda global de petróleo alcanzaría su punto máximo en esta década” y que “no se necesitaban más inversiones en petróleo y gas si el mundo quería lograr su objetivo climático.”
El secretario de Energía de Trump, Chris Wright, calificó esas proyecciones como “sin sentido.” La AIE, financiada por los países miembros —con Estados Unidos como el principal contribuyente—, produce los análisis y datos que guían las decisiones energéticas y ambientales de gobiernos y empresas.
Escenarios actuales prevén crecimiento sostenido
En su World Energy Outlook 2025, la AIE indicó que, bajo el escenario de “políticas actuales”, la demanda mundial de petróleo alcanzará los 113 millones de barriles diarios para 2050, un 13% más que en 2024. También prevé que la demanda global de energía aumente en 90 exajulios para 2035, lo que equivale a un crecimiento del 15% respecto a los niveles actuales.
Este escenario considera solo las políticas existentes y no incluye compromisos climáticos. La AIE dejó de usar este modelo en 2019, enfocándose en proyecciones alineadas con la neutralidad de carbono para 2050, pero este año lo retomó, señalando que pocos países han presentado nuevos planes climáticos para 2031–2035.
En el escenario de políticas declaradas, que incorpora medidas anunciadas pero aún no implementadas, la AIE prevé que la demanda de petróleo alcanzará su punto máximo alrededor de 2030 antes de estabilizarse. La agencia destacó que estos escenarios no son pronósticos, sino ejercicios que muestran “una gama de posibles resultados bajo diferentes supuestos.”
Auge en inversiones de GNL y mayor demanda global
El informe destaca un fuerte aumento en las inversiones en gas natural licuado (GNL) en 2025, con alrededor de 300 mil millones de metros cúbicos de nueva capacidad de exportación que entrarán en operación para 2030, lo que representa un incremento del 50% en la oferta global.
Si las políticas actuales continúan, la demanda mundial de GNL podría pasar de 560 mil millones de m³ en 2024 a 880 mil millones en 2035, y llegar a 1.020 mil millones en 2050, impulsada por el crecimiento del sector eléctrico y el auge de los centros de datos y la inteligencia artificial.
La AIE también estima que las inversiones globales en centros de datos alcanzarán 580 mil millones de dólares en 2025, superando los 540 mil millones gastados anualmente en producción petrolera —una señal del impacto energético de la digitalización.
El calentamiento global superará los 1.5 °C
El escenario de emisiones netas cero muestra una ruta teórica para alcanzar emisiones neutras en 2050, aunque la AIE advierte que el mundo está muy lejos de lograrlo.
Más de 190 países firmaron el Acuerdo de París de 2015, comprometiéndose a limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C (2.7°F). No obstante, la AIE señala que en todos los escenarios, el planeta supera ese umbral, solo reduciéndose bajo el escenario neto cero si se implementan tecnologías de captura y eliminación de carbono a gran escala.
El informe deja un mensaje claro: pese al crecimiento de las energías renovables, los combustibles fósiles seguirán dominando el panorama energético mundial, lo que pone en duda la viabilidad de los compromisos climáticos globales.

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