Los precios del petróleo cayeron ligeramente durante la sesión asiática del miércoles, ya que el optimismo ante una posible reapertura del gobierno estadounidense fue contrarrestado por los temores persistentes de un exceso de oferta global y la fortaleza del dólar. Los operadores se mantuvieron cautelosos, con el mercado sin una dirección clara ante señales contradictorias en la oferta y la demanda.
A las 20:21 ET (01:21 GMT), los futuros del Brent para entrega en enero bajaron 0.2% a 65.04 dólares por barril, mientras que los futuros del West Texas Intermediate (WTI) descendieron 0.2% a 60.85 dólares por barril.
El Congreso estadounidense se prepara para poner fin al cierre más largo del gobierno
El Senado de Estados Unidos aprobó el martes un proyecto de ley para reabrir el gobierno federal, y se espera que la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, vote la medida este miércoles. Una vez firmada por el presidente Donald Trump, la legislación pondría fin oficialmente a 42 días de cierre, el más prolongado en la historia del país.
La expectativa de una reapertura del gobierno dio un ligero impulso a los precios del crudo, ya que el cierre había afectado a varios sectores, especialmente el transporte aéreo. La falta de controladores aéreos y personal de seguridad provocó miles de cancelaciones de vuelos, lo que generó preocupación por una menor demanda de combustible.
Temores de sobreoferta limitan las ganancias pese a las sanciones
El leve repunte de los precios registrado a comienzos de la semana fue impulsado en parte por los reportes de que Lukoil declaró fuerza mayor en uno de sus campos petroleros en Irak, reflejando el impacto de las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos a las principales productoras de energía rusas. Los analistas creen que las sanciones podrían restringir temporalmente la oferta global, aunque es probable que su efecto sea contrarrestado por el exceso de producción.
A pesar de algunos repuntes puntuales, los precios del petróleo han permanecido bajo presión durante gran parte de 2025, ante el temor de un superávit de oferta que podría extenderse hasta 2026. El aumento gradual de la producción por parte de la alianza OPEP+, junto con la débil demanda en mercados clave como China, ha alimentado las preocupaciones sobre un exceso de suministro persistente.
Aunque las tensiones geopolíticas y las sanciones podrían generar volatilidad a corto plazo, los analistas advierten que la débil demanda y el crecimiento de la producción seguirán ejerciendo presión bajista sobre los precios del petróleo en los próximos meses.

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