Los precios del oro se mantuvieron estables el jueves, mientras que la plata retrocedió ligeramente desde máximos históricos recientes, a medida que los inversionistas asimilaban datos clave de inflación en Estados Unidos y una serie de decisiones relevantes de bancos centrales.
A las 09:15 ET (14:15 GMT), el oro al contado bajaba 0.1% a 4,336.54 dólares por onza, mientras que los futuros del oro para febrero caían también 0.1% a 4,370.30 dólares por onza. La plata al contado descendía 0.9% a 66.31 dólares por onza, aunque se mantenía cerca del máximo histórico de 66.90 dólares alcanzado el miércoles. El platino mostró un mejor desempeño, con un alza de 0.6% hasta 1,946.85 dólares por onza, acercándose nuevamente a su récord histórico por encima de los 2,200 dólares.
Los metales preciosos enfrentaron toma de utilidades tras el fuerte repunte de la última semana, impulsado por una mayor incertidumbre sobre la economía estadounidense.
La incertidumbre en EE. UU. respalda la demanda de refugio
La preocupación por la economía de Estados Unidos aumentó esta semana, especialmente después de que los datos oficiales ofrecieran señales mixtas sobre el mercado laboral. Además, las operaciones de compra de activos por parte de la Reserva Federal generaron dudas sobre la liquidez del mercado.
No obstante, la inflación en EE. UU. subió menos de lo previsto en noviembre, aunque se mantuvo por encima del objetivo de la Reserva Federal. Estos datos representan la primera lectura completa de inflación desde que terminó el cierre del gobierno a mediados de noviembre.
Según cifras publicadas el jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), el índice de precios al consumidor en Estados Unidos aumentó 2.7% a tasa anual en noviembre, por debajo del 3.0% registrado en septiembre y del 3.1% que esperaba el mercado. La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, se ubicó en 2.6% interanual, también por debajo del crecimiento previsto de 3.0%.
El BLS había señalado previamente que no publicaría los datos del IPC general ni del IPC subyacente correspondientes a octubre, debido a que no pudo recopilar información suficiente durante ese mes por el prolongado cierre del gobierno.
Si bien el mercado laboral y la inflación son los dos principales factores que la Reserva Federal considera al ajustar su política monetaria, los mercados también han mostrado preocupación por un posible escenario de estanflación en Estados Unidos, en el que el aumento del desempleo coincidiría con una inflación elevada.
El temor a este escenario impulsó una fuerte demanda de oro y otros metales preciosos como activos de refugio.
Los bancos centrales toman rumbos distintos
En Europa, el Banco de Inglaterra recortó las tasas de interés en 25 puntos base, en un intento por apuntalar una economía británica rezagada. En contraste, el Banco Central Europeo mantuvo las tasas sin cambios, citando señales de resiliencia en la economía de la zona euro.
La atención ahora se centra en Japón, donde el Banco de Japón dará a conocer su decisión de política monetaria el viernes. Los mercados anticipan ampliamente un aumento de 25 puntos base, en medio de la persistente debilidad del yen y una inflación aún elevada. El propio BoJ ha señalado que podría subir las tasas en diciembre.
El oro aún podría tener recorrido al alza
A pesar del reciente repunte, el oro podría seguir encontrando apoyo en los próximos meses, de acuerdo con Nikos Tzabouras, analista senior de mercados en Tradu.
“Mientras tanto, el oro continúa beneficiándose de un soporte estructural, que incluye las compras de bancos centrales en medio de un impulso de desdolarización y tendencias más amplias de depreciación vinculadas al aumento de los déficits fiscales, lo que está alentando a los inversionistas a diversificarse fuera de las principales monedas. Al mismo tiempo, el dólar estadounidense podría permanecer bajo presión debido a la postura moderada de la Reserva Federal tras el recorte de tasas de la semana pasada, lo que refuerza la fortaleza del metal”, señaló.
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