Bank of America prevé que el rally histórico del oro continúe hacia 2026, argumentando que las mismas fuerzas macroeconómicas que impulsaron al metal durante 2025 siguen firmemente presentes. En su más reciente informe Year Ahead, el banco señala que aunque técnicamente el oro está “sobrecomprado”, aún está “subinvertido”, creando un escenario en el que las valoraciones elevadas todavía no frenan el interés del mercado.
Los estrategas liderados por Michael Widmer destacan que la combinación de políticas que ha impulsado el ascenso del oro —en especial las medidas económicas no convencionales de Estados Unidos— continúa proporcionando fuertes vientos de cola. Mientras estas condiciones persistan, BofA considera realista que el oro alcance los $5,000 por onza en 2026, aunque advierte que una Reserva Federal más restrictiva sigue siendo el principal riesgo bajista. El banco ahora proyecta un precio promedio de $4,538 por onza para el próximo año.
BofA enmarca su visión sobre el oro dentro de un entorno general de materias primas caracterizado por una oferta limitada, inventarios históricamente bajos y una demanda global desigual. A pesar de un entorno macro complicado —especialmente en China— el oro sobresale entre los metales preciosos gracias a la solidez de sus factores de soporte.
Los metales base, por su parte, también enfrentan presiones por el lado de la oferta. Se espera que el cobre permanezca en déficit a menos que el consumo de China caiga más de 3%, mientras que una mayor demanda en EE.UU. y Europa ayudaría a compensar la debilidad en Asia. El aluminio seguiría una trayectoria similar, lo que llevó a BofA a elevar su pronóstico de precio para 2026 a $3,125 por tonelada, dada la incapacidad del crecimiento de la producción mundial para seguir el ritmo de la demanda.
El panorama para el resto del complejo de metales preciosos es mixto. Se prevé que la demanda de plata caiga 11% en 2026 debido a una reducción en los pedidos de fabricantes de paneles solares; aun así, los déficits de oferta podrían permitir precios promedio de $60 por onza. El platino también se mantendría en déficit, con un precio promedio estimado de $1,825 por onza. El paladio, en contraste, luce con exceso de oferta, y BofA proyecta un promedio de $1,525 por onza.
De cara al futuro, BofA considera que cinco grandes fuerzas definirán los mercados de metales en 2026: desaceleración de la demanda china, persistente escasez de oferta en metales base clave, inventarios bajos en las bolsas internacionales, una posible reactivación de la electrificación y la demanda impulsada por centros de datos e IA, y la influencia continua de políticas económicas no convencionales en Estados Unidos.

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