Kraft Heinz (NASDAQ:KHC) presentó resultados del tercer trimestre que quedaron apenas por debajo de las expectativas de Wall Street, mientras el fabricante de alimentos empaquetados sigue enfrentando mayores costos, una demanda más débil y un entorno operativo cambiante previo a su planeada escisión en dos compañías.
La empresa registró ventas netas por 6,240 millones de dólares en el trimestre que finalizó el 27 de septiembre, una caída del 2.3% interanual y ligeramente inferior a la estimación de consenso de Bloomberg de 6,250 millones de dólares. Los mayores precios y el aumento en los costos de insumos impulsado por aranceles afectaron los resultados, mientras que los volúmenes en Norteamérica, su mercado más grande, disminuyeron, especialmente en categorías como café.
A pesar de la leve caída en ventas, la ganancia ajustada por acción fue de 0.61 dólares, superando las expectativas de 0.58 dólares, apoyada en medidas de control de costos y mejoras en márgenes, incluso frente a mayores impuestos y gastos por intereses.
En septiembre, Kraft Heinz anunció sus planes para dividirse en dos compañías independientes: una enfocada en productos de abarrotes y otra en salsas y untables, con el objetivo de fortalecer el enfoque operativo y mejorar la eficiencia de cada negocio.
El director general Carlos Abrams-Rivera, quien liderará la unidad centrada en abarrotes tras la división, señaló que la separación sigue en curso para completarse en la segunda mitad de 2026. Reiteró su confianza en que la escisión libre de impuestos permitirá a ambas empresas “enfocarse mejor en los recursos, mejorar la ejecución, reducir la complejidad y generar mayores eficiencias.”
La reestructuración refleja una tendencia creciente entre las grandes compañías de bienes de consumo, que buscan alejarse de estructuras conglomeradas en medio de un crecimiento de ventas moderado, valuaciones más bajas y presiones en los márgenes derivadas de aranceles y costos de producción.
Sin embargo, no todos los inversionistas están convencidos. Warren Buffett, presidente de Berkshire Hathaway, cuya firma fue clave en la fusión de 2015 con 3G Capital, ha expresado su decepción con la decisión, argumentando que la separación podría no resolver por completo los problemas estructurales de Kraft Heinz. Desde aquella fusión, las acciones de la compañía han tenido un desempeño débil, afectadas por la inflación y los cambios en los hábitos de consumo.
Las acciones de Kraft Heinz caían más de 1% en las operaciones previas a la apertura de los mercados en Estados Unidos este miércoles, tras la publicación de los resultados.

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