Los mercados estadounidenses cerraron al alza este martes, impulsados por nuevas esperanzas de avances en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Pero fue Tesla quien acaparó la atención con un ambicioso paso hacia el futuro de los vehículos autónomos.
El promedio industrial Dow Jones subió 110 puntos, o un 0,26%, mientras que el S&P 500 avanzó un 0,41%. El Nasdaq, impulsado por las tecnológicas, ganó un 0,38%.
Los inversores siguen de cerca las negociaciones comerciales de alto nivel entre EE. UU. y China, que se están llevando a cabo en Londres. En el centro de las conversaciones están el acceso de EE. UU. a minerales raros chinos y el interés de China en tecnologías avanzadas de semiconductores.
En un posible punto de inflexión, China sugirió estar dispuesta a flexibilizar algunas restricciones sobre los minerales raros—materiales esenciales para productos como smartphones y vehículos eléctricos—aunque dejó claro que no cederá el control total. El presidente Trump se mostró cautelosamente optimista, calificando las conversaciones de “prometedoras”, aunque advirtió que “China no es fácil” de negociar.
Al mismo tiempo, EE. UU. también avanzó en sus conversaciones comerciales con India, centradas en bienes industriales y algunos productos agrícolas. Fuentes del gobierno indio describieron las reuniones como “productivas”.
Tesla se dispara gracias al impulso de los robotaxis
Mientras el comercio internacional dominaba los titulares, Tesla se robó el show—y no solo por el aparente enfriamiento de las tensiones entre Elon Musk y el presidente Trump. Las acciones de Tesla subieron un 3,25% tras dos importantes novedades.
Primero, Musk y Trump parecen haber bajado el tono de su conflicto, y el presidente incluso expresó su disposición a volver a hablar con el CEO de Tesla. Pero lo que realmente entusiasmó a los inversores fue el anuncio relacionado con los robotaxis.
Tesla obtuvo una licencia para operar vehículos autónomos en el estado de Texas, con pruebas programadas para comenzar el 12 de junio en Austin. Es un paso importante hacia la visión de Musk de una flota de taxis sin conductor.
Aun así, algunos analistas se muestran escépticos. Aunque la licencia representa un avance, aún persisten dudas sobre si Tesla realmente podrá cumplir su promesa de vehículos totalmente autónomos en el corto plazo. Pero por ahora, el optimismo sigue impulsando las acciones al alza.
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